domingo, 10 de marzo de 2024

Rumbo a las elecciones Maduro le declara la guerra a todo tipo de protestas

A comienzos de años el gobierno activó un llamado plan “Furia Bolivariana” como parte de su ofensiva de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio, de esta manera el gobierno suma un arma más en su afinado aparato represivo.

La furia bolivariana tiene como base estructural las Unidades Populares para la Paz (UPAZ). Las UPAZ fueron creadas a finales de 2023, en su nacimiento delatan su carácter, están dirigidas por el diputado a la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello así como por altos funcionarios de la estructura represiva del estado como son: el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, los comandantes de la GNB, las milicias, la PNB y en segundo plano los directivos de la AN y la estructura de movilización del PSUV, para finalizar en el nivel más abajo con los jefes de comunidad del PSUV, su objetivo es la movilización para contrarrestar cualquier intento de desestabilización que pudiese ocurrir en el país. 

Respecto a los jefes de comunidad del PSUV, llamo en especial la atención sobre este actor porque difícilmente existan en las zonas residenciales de la burguesía y la pequeña burguesía, de manera que son quienes realizan el espionaje sobre las zonas populares y obreras del país, donde las principales acciones de desestabilización son las protestas que tienen que ver con la carencia de servicios básicos como agua, luz, alimentos etc.

Las primeras actividades de la “furia bolivariana”, la hacen notar los líderes de oposición, denunciando actividades de vandalisaje sobre las sedes de Vente Venezuela, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, partidos que apoyan a María Corina Machado. También denuncian haber sido atacadas por la FB sedes de otras instituciones que el gobierno vincula al sector opositor como Fundaredes, el Colegio de Ingenieros en Puerto Ordaz, la emisora Radio Hispana 89.5 FM en San Felipe, y el Colegio Nacional de Periodistas seccional Táchira. Más recientemente su actividad se vincula al descubrimiento del presunto intento de atentado al presidente de la república en un plan llamado brazalete blanco. 

Pero el presidente Maduro también mandó a los sindicalistas revolucionarios a activar la Furia Bolivariana en los centros de trabajo. ¿Acaso este llamado tiene que ver con la vigilancia y ofensiva contra los patronos o empresarios?

De ninguna manera, en los últimos meses hemos asistido a las felicitaciones reiteradas del gobierno a los empresarios por el apoyo durante las sanciones, han firmado acuerdos para proyectos en las zonas especiales económicas (que son zonas con libertad para el abuso y el pillaje de los empresarios pero con restringida y limitada libertad para la defensa de los derechos de los trabajadores), además del recibimiento echo a los empresarios en los acuerdos de Dialogo y de Paz.

En contraste a los trabajadores venezolanos, quienes realmente han sostenido la carga de la crisis económica, no se les aumenta el salario desde marzo del 2022 y en la reciente mesa de dialogo social, gobierno y empresarios rechazaron contundentemente la propuesta sindical de llevar el salario mínimo a 200$. Durante todo el 2023 la detención y paso a tribunales de dirigentes que luchaban por los derechos de los trabajadores especialmente en Guayana fue una constante y este año fue detenido Víctor Venegas, a quien el gobierno vincula al intento de atentado Brazalete Blanco, mientras estaba encabezando protestas docentes en Barinas, la Furia Bolivariana en los centros de trabajo no es por el derecho o beneficio del trabajador, es para su vigilancia y la defensa de los intereses del patrón.

Sin duda la furia bolivariana en los centros de trabajo y en las comunidades no está hecha para defender a la población del abuso del patrón o de funcionarios públicos, es el plan de movilización de las fuerzas represivas del estado para socavar, apagar, detener cualquier intento de protesta obrera y popular que se pueda presentar en estos meses cruciales para el enfrentamiento entre el gobierno y sus rivales políticos.

La clase trabajadora no tiene más que esperar de este gobierno que abuso, explotación, represión y miseria, cada decreto presidencial es una medida para hacer recaer sobre el proletariado venezolana el peso de la crisis económica que ellos han creado y que nosotros estamos pagando, cada día se toman más medidas en la defensa de los intereses de los empresarios mientras se deja mucho más indefenso al trabajador. La clase trabajadora solo puede contar con la clase trabajadora para luchar por sus condiciones de vida, estamos todos invitados a organizarnos y enfrentar esta nueva arremetida de parte del PSUV.   


Adrian Ortiz Militante de la Corriente Socialista Revolucionaria – El Topo Obrero


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